Una placa ateromatosa puede evolucionar hasta taponar la carótida sin ocasionar ningún trastorno en el paciente. Es lo que vamos a ver en este capítulo.
A - La pared de una arteria normal
| Se divide en 3 partes. La parte externa, llamada adventicia, fina y muy resistente. La parte mediana, llamada media, es gruesa y contiene fibras musculares. La parte interna, llamada íntima, es fina e impide la formación de coágulos (fig.1). | ||||||||||||||
B - La placa ateromatosa
| Se forma al espesarse la capa media de la pared arterial. Entonces se estrecha la luz arterial (conducto de paso para la sangre), dando lugar a una estenosis (estrechamiento) (fig.2). Una placa cuyo volumen es moderado (responsable de una estenosis inferior al 70%) no ralentiza el flujo sanguíneo y, habitualmente, su estructura es fibrosa. El riesgo de un accidente neurológico que conlleva es muy pequeño. | |||||||
C - Evolución de la placa ateromatosa
Cuando una placa ateromatosa se hace voluminosa, pueden aparecer varias complicaciones : el íntima puede derramarse, dando lugar a la formación de un coágulo. La estructura de la placa, habitualmente fibrosa, puede llegar a ser necrótica (licuefacción) (fig.4). El paciente no corre peligro mientras la necrosis o el hematoma se queda localizado dentro de la placa ateromatosa. Pero, la necrosis o el hematoma puede extenderse hasta el íntima (sección interna de la pared arterial). El íntima entonces, es el último baluarte entre la necrosis y la circulación sanguínea. Si se rompe, los tejidos licuados y los residuos de la necrosis pasan a la circulación sanguínea y se dirigen hacia el cerebro (embolia cerebral) dando lugar a un accidente neurológico (para más información, consultar el capítulo : « Los riesgos » y el capítulo « Diagnóstico de la enfermedad »).
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Fig.3 : Hematoma dentro de una placa ateromatosa |
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Fig.4 : Placa ateromatosa necrótica |
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D - la oclusión de la carótida
Cuando la placa ateromatosa es tan voluminosa que no queda más que un hilo de luz arterial (conducto por él que pasa la sangre), la sangre ya no puede fluir y se coagula. Se habla entonces de una carótida oclusa (taponada). La sangre ya no circula. La trombosis se extiende a toda la carótida interna hasta las arterias cerebrales. La mayor parte de la gente tiene a este nivel arterias llamadas comunicantes que unen entre sí las arterias cerebrales. Estas arterias comunicantes llevan sangre al cerebro cuando una carótida se tapona. Aquello explica que una carótida pueda ocluirse sin consecuencias y sin que uno ni siquiera se dé cuenta. Por desgracia, algunos pacientes no tienen comunicantes y sufrirán graves trastornos.
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Fig.5 : Oclusión de la carótida interna |
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Fig.6 : Oclusión restringida de la carótida interna que no se extiende a las arterias cerebrales. |
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